martes, 30 de octubre de 2007

La imagen de mi Padre

Cuando hablo de mi padre me lleno de orgullo. Siempre ocurre que uno cae en la conversacion de "cómo era tu papá".

Mi papá era un fuera de serie, creo que el mejor. Seguramente vos estarás pensando lo mismo del tuyo, en este momento, y me parece bárbaro. Pero yo te voy a hablar del mío en especial.

Comenzó a trabajar cuando tenía 6 0 7 años. Tenìa un carrito y vendía por la calle desde pescado, como su padre , pasando por las frutas y las verduras. A los 14 años ya tenía carro y caballo propio. Hoy sería como tener un buen auto para ir y venir de tu trabajo.

Tenía su bandita de amigos que eran inseparables, Francisco Melena, al que no conocí, pero del que mi padre siempre hablaba con mucho amor. Eran como hermanos, y caroña. A caroña lo vi un par de veces. Cuando mi padre ya era anciano, lo llevamos, con mi esposo un par de veces a verlo. Este tenìa una casa de articulos usados en Lomas de Zamora. Pasaron la tarde juntos recordando viejas épocas.

Agradezco hoy haberlo llevado y que no le haya quedado en el tintero. Sus caras estaban iluminadas cuando hablaban de sus aventuras de chicos y jóvenes.

Me contaron que una vez cuando "iban a la manzana", los tomó por sorpresa un día demasiado frìo y durmieron en la ruta debajo del carro. Casi mueren congelados. Nunca pararon, a pesar de esto.
Ustedes se preguntarán que significa "ir a la manzana", les cuento que yo pensé lo mismo cuando ellos lo dijeron y como buena curiosa pregunté.

Cargaban el carro de papas o de lo que fueran a vender y salían varios días por la ruta recorriendo pueblitos , Brandsen y demás, vendiendo por las calles. Cuando la mercadería se terminaba, volvían a casa.

Pienso en el sacrificio que esto significaba...

No solo esto hizo. Todo el mundo lo venìa a buscar cuando tenían que comprar caballos. "si querés comprar un caballo bueno, llevalo a
Mingo,"el gallo". Ese era el apodo que su familia le habìa puesto, ya que cada hermano tenía uno diferente y así se llamaban entre ellos. Quizá sea motivo de otra entrada de mi blog los apodos de su familia.

Luego fue feriante. Se levantaba a la una de la mañana cuando mi mamá y yo nos acostábamos porque ya tenía que levantarse y salir a trabajar. Toda la vida durante cuarenta años. Lluvias, tormentas, inundaciones, heladas. Claro no hay cuerpo que aguante.

Cuando se enfermó, ya viejito, sabíamos que ese cuerpo se deterioraba porque había trabajado demasiado y se lo estaba cobrando.

Fue un padre ejemplar, como decìa mi madre. Nunca me dijo te quiero, no con palabras pero me lo demostraba todos los días de mi vida. No recuerdo un solo día que no me haya llevado e ido a buscar a la escuela, inclusive en secundaria. Todos los días, durante tres años, me sirvió el desayuno en la cama antes de irme al profesorado... Pavadita de Papi.

No pasó una tarde, mientras enseñaba en casa que él no viniera con el mate para hacerme compañia. " qué rico está este mate, Pa". " No te traigo más", me decía riendo.

Hoy, hace dos años que no está conmigo físicamente, pero su presencia es tan fuerte como cuando estaba conmigo en cuerpo. Se que su alma me acompaña y me protege todos los días de mis vida. Pero Còmo duele estar sin vos, Papi. Te amo Mucho. Nos vamos a ver, seguramente cuando me arrugue en unos años y decidas venir a buscarme par llevarme con vos. Mientras tanto te agradezco que estes ahí.